Tanto si lo tuyo es la carretera como la montaña, los paisajes de Pollença ofrecen un marco incomparable para la práctica del ciclismo. Las temperaturas suaves, incluso en los meses más frÃos del invierno, permiten salir prácticamente todos los dÃas del año. Si a esto le añades las estructuras y la hospitalidad de un pueblo dedicado al turismo desde hace más de cien años, el resultado es una experiencia difÃcil de batir. Por eso cada año miles de aficionados europeos nos eligen para unas vacaciones dedicadas a la práctica de este deporte.